CORTANDO ESPINAS

SOLUCIONES TEMPORALES QUE OCULTAN PROBLEMAS CRECIENTES

Nos agotamos intentando encontrar solución a los problemas con todo el esfuerzo de nuestro Ser y no logramos el resultado deseado, aun así insistimos por largo tiempo en modificar esa realidad desde nuestro esquema de pensamiento sin obtener un avance mínimo en la solución que esperamos.

Esto es y será así sino cambiamos el foco de comprensión del problema, desplazando las " ideas resolutivas" que están dentro de mi, que están preconcebidas, ya poseen forma y raíz, pero son infructuosas, por comenzar a mover el foco de atención sobre el problema para analizarlo más a profundidad y estudiar su estructura, así lograremos derivar en que yace la falla.

Los problemas son soluciones desconocidas. Cuando ignoro las causas que los genera nunca llegare a erradicarlos.

Un problema es un síntoma de una patología de un organismo que no está funcionando como originalmente fue diseñado.

Es muy común confundir el problema, cuando nos enfocamos en atender las consecuencias que genera y no las causas.

 Cuando cortamos las espinas y las ramas de la maleza que nos incomodan, sin conocer la raíz del problema, tendremos un florecer de bienestar temporal y cosecharemos un problema permanente y duradero.

Comprender la fuente de un problema generalmente no resulta sencillo, cuando están de por medio relaciones humanas, que intrínsecamente están cargadas de emociones y valores morales, buenos o no, dónde se entrelaza un problema con otro. En estos casos podemos errar si deseamos ver la fuente del problema como un todo, aunque en la realidad pareciera ser así.

El problema no es la pareja, la familia, el trabajo, el país, el mundo...el problema está en las ideas y acciones de quienes participan en esas relaciones humanas.

Hay problemas sencillos y otros más complicados, pero a grandes problemas grandes soluciones.

Debemos buscar la solución no cómo opinadores que ven con recelo la fuente del problema desconociendo sus autores y participes, lo importante es comprender la esencia de quienes están en la relacion humana en conflicto y analizar las causas que desde las emociones hacen que no funcionen adecuadamente como idealmente fueron concebidos o deseamos que funcionen.

El conocimiento de la raíz del problema está en diagnósticar en qué parte de los componentes que actúan se está causando una reacción imprevista, inoportuna y atípica. Cuando logremos esto ya tendremos el problema casi resuelto.

Intentar obtener una solución con remedios por ensayo y error puede complicarnos más el problema y alejarnos de la solución.

Los seres humanos somos complejos y así nuestros problemas, si es difícil muchas veces estar de acuerdo con uno mismo, más aún con los demás.

Oportunamente, no hay problema sin solución.

Quien comprende el lenguaje del problema encontrará un canal de comunicación con la solución.

Aparte el foco de atención de las consecuencias de los problemas, olvide el rol de generador de conflictos y observador comentarista de caos y conviertase en un analista del problema y diseñador de soluciones.

El sembrador inteligente no pierde esfuerzo cortando espinas que causan problemas, analiza el terreno para conocerlo y erradica raíces de conflicto, cosechando soluciones.

Sandino Velázquez