LIMONES DULCES / UNA COSA ES UNACOSA Y OTRA COSA ES OTRA COSA.

... POR NUESTROS FRUTOS NOS CONOCERAN...

Una cosa es que el mango se crea fresa y otra cosa que quien lo prueba lo crea.

El mundo actual está en una guerra de valores. Se enmascara la realidad para hacerla más digerible y colorida, pero los disfraces no pueden ocultar que la realidad es cruda y llana.

Cada quien elige como desea construir su realidad y ser feliz pero no puede imponer su realidad a los demás.

Una semilla no es un fruto, ni un fruto es un árbol, si usted no lo decide aceptar no hay dudas sobre la semilla o el fruto, hay dudas sobre usted.

Llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno es una locura cotidiana muy aceptada, casi creíble, pero nunca cierta. 

Conocer la verdad requiere criterio y defender la verdad requiere valentía.

Cuando no conozco el fruto del limonero, cualquier ignorante similar me puede vender sus creencias como ciertas y estaré buscando un sabor y dulce que nunca encontraré... Más grave aun, puedo convertirme en un multiplicador de falacias por carecer de criterio para conocer y defender la verdad.

Sobre los engaños se edifican familias, negocios, religiones, gobiernos y todo lo que genere un provecho para quien vende mentiras, aun así la verdad siempre se encontrará emergente para quien la decida conocer.

El camino de la verdad es el más largo y el más incómodo pero tiene un norte cierto que siempre nos llevará a buen término.

Existen creadores de engaños por ignorancia o porque la malicia envuelve su voluntad, ese no es nuestro problema, es su responsabilidad. Nuestra responsabilidad es no abonar la ignorancia y multiplicar las falsas ideas sino serán también nuestros problemas.

Aunque siempre seremos ignorantes sobre algo una primera vez, no es justificable permanecer ignorante. La ignorancia se presenta pero no sé le da abrigo.

Seamos conscientes de lo que somos y lo que defendemos, conozcamos sobre que camino andamos, que terreno aramos y cuál semilla sembramos.

Conozcase, Cultivese, are su realidad y comience su siembra desde la verdad, no tenga duda que su cultivo será arduo y trabajoso, pero sus frutos serán buenos y abundantes.

Quien siembra verdades con certeza no necesitará vender sus frutos, estos tendrán certificada su compra aunque aún no estén maduros.

Sandino Velázquez