DETENTE/ NO DESTRUYAS TU TERRENO
Siempre habrá un nuevo amanecer...
Si piensas que todo se ha acabado, DETENTE.
Si estás convencido de que no hay solución a tu problema, DETENTE.
Si has tomado una decisión porque para ti se han acabado las salidas, DETENTE.
No eres un ser humano más, eres un ser especial y único, con un propósito divino en este plano terrenal, puede que las circunstancias adversas hayan empañado tu esencia temporalmente, pero en tú interior yace una fuerza indestructible.
Las voces tormentosas que en soledad nublan tú Ser con un único pensamiento, te ofrecen una salida más no te otorgan una solución. Atacar tus raíces, cortar tus ramas y destruir todo tu terreno no es la realidad para la que has nacido, un propósito mayor te ha traído al mundo y tu momento quizá no ha llegado.
Así como el inicio de nuestras vidas no fue una decisión de nuestra voluntad, despedirnos de ella tampoco debería ser una elección que debiéramos tomar.
Las razones que hoy te agobian, quizás solo tú las conoces y los motivos que te justifican quizás no sean pequeños, insignificantes o reprochables, pero nunca es demasiado tarde cuando el reloj que marca nuestro tiempo sigue funcionando.
El dolor, la culpa y la desesperación, no son buenos consejeros para tomar ninguna decisión. En medio de la soledad abrumadora es muy probable que creer nuevamente no esté en tu razonamiento. Respeto tu decisión porque es tu terreno, no el mío. Yo en cambio, en mí terreno he decidido creer que no solo en los momentos de penumbra sino inclusive en las tinieblas más profundas, puede crecer una semilla de la FE, esa que enceguecido por las circunstancias estás dispuesto a poner fin.
No estás solo, aunque estés seguro de estarlo. Si tú pareja, familia, amigos, compañeros o cualquier conocido te han dejado de lado, aun así no estás solo.. siempre te tendrás a ti.
Sembrador desesperado, una vez más detente, no es hora de dejar las semillas de lado y destruir tu terreno. Mientras tu terreno siga allí, contarás con un espacio para la siembra buena, para cultiva los frutos del mañana, trabajar en tu terreno significa que, pese a que no existan semillas, abunde la maleza y que tu terreno haya sido invadido por ideas resolutivas de un abrupto final, nunca la esperanza de un nuevo amanecer se apartará de ti. Un grano de FE siempre estará en tu Corazón, solo debes creer una vez más.
Cuando las tinieblas creen haber hecho todo su trabajo, sembrando la cizaña y confiando en la destrucción absoluta del terreno con su maleza, desconocen el poder estridente, glorioso y demoledor con que crece increíblemente una semilla de FE.
Siempre serás bienvenido a tu terreno, siempre puedes empezar de cero una vez más, siempre puedes ser perdonado, siempre habrá un milagro para ti, en tu tiempo, para hacer de ti un nuevo terreno fértil, abundante, pacífico, bondadoso y amado.
El tiempo no es tu enemigo, siempre será tu aliado para encontrar tu voluntad de creer una vez más.
La vida es bella para quien tiene el coraje de atreverse a confiar que es posible lo imposible. Tu terreno es una bendición, descubre la semilla de la FE y te sorprenderá como en tu terreno florecerán divinamente campos de bendiciones en todo momento.
Los milagros existen solo debemos creer una vez más.
Sandino Velázquez
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