REALIDADES PARALELAS/LA SEMILLA FICTICIA
¿Preparados para sufrir o preparados para vivir?
Si contamos hasta 3, hasta 10 o hasta 1000, con mucha certeza podríamos afirmar que no tenemos una respuesta clara a esta incógnita, divagaríamos con la firmeza de una gelatina entre una postura y otra para llegar generalmente al mismo punto de partida, la duda de cuál es respuesta la correcta, sufrir o vivir. Los seres vivos nos encontramos dotados de mecanismos de protección y supervivencia, conscientes e inconscientes, que nos alejan del peligro, del dolor y de toda amenaza de daño, real o latente, que nos pueda acechar. Los seres humanos almacenamos estos mecanismos de protección en la inteligencia, tanto cognitiva como en la emocional, la cual de forma equilibrada nos resguardan y salvan de muchos apuros.
En la vida todo corre sobre los rieles del tiempo, incluso la inteligencia se enrumba en el tiempo, esta también se irá formando mediante experiencias que edifican conocimientos y emociones, que guiarán nuestros pasos terrenales. El equilibrio es la respuesta acertada en nuestros actos, siendo los extremos perjudiciales para todo, más aún y en sobremanera para nuestro Ser.
El desequilibrio es dañino. Si mis ingresos son extraordinariamente buenos, pero no controlo mis gastos, siempre estaré en déficit, si ejerzo un control exagerado a mis gastos asfixiaré mis propios recursos para subsistir, así tendré un tesoro de cosas, pero sin existencia disponible para disfrutarles. Si mi Fe se soporta en mi incredulidad cognitiva de forma absoluta de creer solo en lo imposible jamás veré un milagro y, sí solo vivo de emociones sin pensamiento crítico veré milagros desde los conejos que salen de los sombreros de magos, hasta en los oficios de los manipuladores religiosos.
Asimismo, si mis relaciones las construyo desde mi habilidad cognitiva sin dar cabida a las emociones me convertiré en un frío manipulador de todo a mi conveniencia o terminaré aislado socialmente, en tanto que, si edifico mis relaciones sin pensamiento lógico y crítico, solo basado en emociones, terminaré en una montaña rusa entre la alegría y la tristeza de donde solo obtendré, seguramente, mareos emocionales.
Si usted está presente y consciente debe estar claro que nunca debe perder el equilibrio, ni cognitivo ni emocional. Si se dejase llevar por los impulsos a los extremos, usando sólo sus capacidades cognitivas, podría desarrollar extraordinarios conocimientos que lo harían colapsar de información, mismos que al no contar con un soporte emocional lo harían inhabilitarse en la inercia de la ignorancia.
Mientras que, si solo se dedica al desarrollo de sus habilidades emocionales podría abrazar las emociones más optimistas, sí, pero estas le colmaran los pensamientos con nubes de color rosa para luego encontrarse con la realidad más oscura cuando su yo racional aparte a las emociones, así ocurre sí usted decide irse al otro extremo del pesimismo absoluto donde la ceguera emocional le impedirá ver Realidades hermosas por sus anteojos de caos.
Ante todo, EQUILIBRIO. Todo desorden entre inteligencia cognitiva y emocional nos puede alejar de la realidad, pura y sincera, bonita o no, arrojándonos a la creación de Realidades paralelas, un mundo colateral dónde quien lo construye y quienes deciden creer pueden vivir pacíficamente, algo así como unos seres que no son en esencia y realidad existentes, más allá de las arenas movedizas y fango que enloda cuerpo, alma y mente.
La realidad no siempre es buena, agradable y placentera, al punto tal que a veces pudiera parecer no saber a nada que parezca felicidad, sino que se aprecia mala, amarga e incómoda al punto del disgusto, lo cual se parece más al sabor de la infelicidad. Sea la realidad que sea, siempre puede cambiar, toda vez que descubramos el propósito que la ha hecho presente. Lo que está ocurriendo debe tener un propósito para mí Ser. Sea que la misma resulte de una consecuencia de mis actos o no, todo debe servirnos de provecho.
Todo me es abono para mi terreno cuando soy un sembrador equilibrado, cuando conozco mi potencial transformador, conozco mis valores, las semillas que siembro y no dudo de mi futura cosecha. Aunque reciba escombros por mis errores o de los otros, siempre edificare un mejor huerto.
La realidad no se evade, se enfrenta y se transforma, para ello debo tener consciencia de mi Ser. Cuando descubro mi esencia puedo mostrar mis valores, para afianzarlos o cambiarlos, analizar mis hábitos para reforzarlos o erradicarlos, mis creencias para solidificarlas o desmontarlas. No necesito otro Ser, necesito encontrarme y adaptarme como el agua. Sólido y fuero en momentos fríos, líquido y en movimiento en momentos calientes, gaseoso y adaptativo entre presiones frías y calientes.
Una semilla imaginaria también puede ser fruto y también puede dar una buena cosecha, para quien lo quiera creer en su mundo imaginario. Ponga los pies en la tierra, afiance su Ser, afronte la realidad y descubra el propósito del proceso, porque todo es para bien. Para un buen sembrador las deposiciones de las lombrices son el mejor abono.
- Sandino Velázquez
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